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La esperanza de vida ha aumentado considerablemente superando por primera vez, los 80 años de edad por lo que vivimos más años, pero también aumenta el riesgo de padecer enfermedades relacionadas con el envejecimiento. Una de estas enfermedades es la demencia. La edad avanzada constituye el principal factor de riesgo para desarrollarla y debido a ello, es considerada como la patología neurológica más frecuente e incapacitante en las personas mayores. Las causas son muy variadas, pero las más frecuentes son las asociadas a procesos degenerativos que afectan al sistema nervioso central, en especial, la enfermedad de Alzheimer.
El tratamiento de las demencias siempre ha tenido una base farmacológica, pero no existe un tratamiento curativo, por lo que se deben abordar desde una perspectiva dirigida a optimizar la cognición y la conducta de las personas con demencia.
En los inicios de la enfermedad, los síntomas son casi imperceptibles pero a medida que avanza en el tiempo, empiezan a ser evidentes los desajustes a todos los niveles del ser humano (psicológicos, físicos, anímicos, etc.) hasta llegar a una dependencia total. A partir de aquí, es cuando aparecen las dificultades para afrontar esta situación. La familia -que a menudo suele ser la cuidadora del enfermo de Alzheimer- empieza a sentir:
Dolor por ver a su ser querido en esas condiciones Impotencia al corroborar como efectivamente no puede hacer nada para modificar esa situación Dedicación en cuerpo y alma a su familiar olvidándose a menudo de sí mismo-a y del resto de su familia. Escasez de recursos tanto económicos como sanitarios y de infraestructuras para paliar las consecuencias de dicha enfermedad.
Recomendaciones básicas para el manejo de un enfermo de Alzheimer
La persona enferma de Alzheimer va perdiendo poco a poco todas las habilidades para poder seguir llevando una vida cotidiana normal, es por ello, que paulatinamente, va en aumento la necesidad de terceras personas para realizar cualquier ABVD (Actividades Básicas de la Vida Diaria). Por otro lado, hay que tener en cuenta que se pierden antes las actividades instrumentales (manejo del dinero, coger un autobús, recordar fechas de consultas médicas, etc.) En los inicios de la enfermedad, procurar asignarle tareas de fácil ejecución y con explicaciones sencillas y apropiadas a su nivel de cognición. Se pueden poner carteles en las puertas de la casa para saber dónde se encuentra la habitación, el cuarto de baño, la cocina, etc. De esta manera, se lograría la orientación espacial. Dentro de la cocina, es de gran utilidad poner listados en las puertas de los armarios con los artículos que se encuentran en su interior. Poner relojes y calendarios grandes que les orienten temporalmente. También es importante colaborar con ellos a la hora de tachar en el calendario los días que ya han pasado para que se sitúen en la fecha exacta sin tener que preguntarla. Intentar mantenerle en su entorno habitual proporcionándole un ambiente seguro para evitar accidentes domésticos. Orientarle diariamente en la fecha, el lugar en el que se encuentra, los nombres de los familiares, etc. Procurar no contradecir al enfermo de Alzheimer porque solo se conseguirá una eterna discusión. Lo ideal en estos casos es intentar cambiar de conversación hacia algún tema de interés para el mismo. Hablarle con un tono relajado y con el volumen apropiado dependiendo del umbral auditivo del familiar a cuidar pero sin gritarle en ningún momento. Hay que propiciar un entorno lo más relajado posible a todos los niveles. Utilizar un vocabulario que se adapte a su nivel educativo y a su capacidad de entendimiento en función de la etapa de la enfermedad en que se encuentre. Intentar mantener la calma en los momentos de mayor angustia e incluso de agresividad por parte del familiar cuidado. En realidad, son brotes momentáneos que aparecen y desaparecen cíclicamente. Tener en cuenta que el atardecer es uno de los peores momentos para el enfermo puesto que se desorienta con mayor facilidad.
Recomendaciones básicas para el cuidador informal o familiar
Acerca del Burnout (síndrome del desgaste ocupacional) ya existen varios artículos lo que simplemente quiero dar unas pinceladas básicas e imprescindibles para poder sobrellevar una situación tan complicada como es la convivencia con un enfermo de Alzheimer en casa.Hay que tener en cuenta que para poder cuidar a alguien lo principal es sentirse sano uno mismo biopsicosocialmente. La palabra biopsicosocialmente hace referencia a tres características del ser humano (la salud, el equilibrio psicológico y las redes sociales).
Apoyarse en el resto de los familiares.Compartir las emociones y sentimientos con otras personas de su elección (otros familiares, amigos, compañeros de trabajo e incluso con otras personas que se encuentren en su misma situación).Intentar sacar tiempo para uno mismo mediante actividades que produzcan placer o diversión (acudir a cursos que le resulten atractivos, ir al gimnasio, de compras, pasear, ir al cine, etc.)No culpabilizarseIntentar mantener las redes sociales en la medida de lo posible.Acudir a los profesionales si fuera necesario y por favor, no creer que se puede con todo. Es lícito pedir ayuda tanto a familiares, como a amigos como a los profesionales